Imágenes de la historia
El drama, más allá de los actos, se deja ver en las imágenes. El hombre contemporáneo se enfrenta así a un legado siniestro de lo que conforma ya el gran archivo del mal, donde tienen cabida innumerables imágenes negras que han marcado su devenir histórico. Negritud, por tanto, impresa desde la propia crueldad de los acontecimientos.
Sin embargo, y a pesar de la importancia de las imágenes como documentos históricos, no es hasta la década de los ochenta cuando realmente los historiadores comienzan a prestar atención a fotografías, documentales e incluso películas de ficción como testimonio de una época, unas costumbres e incluso unos hechos.
Sirva como ejemplo del nulo interés que los historiadores mostraban en épocas anteriores por las imágenes, las palabras de Robert A. Rosenstone: