El hundimiento o el genocidio invisible
La película comienza con un testigo, pero no un testigo del holocausto sino un testigo del hundimiento de Hitler. Se trata de una joven secretaria que trabajó con él durante el tiempo que duró el acoso de los soviéticos sobre Berlín.
Esto que parece una tontería no lo es tal, ya que marca una especie de corte radical entre la situación personal del dictador y toda la crueldad que había llevado a cabo la política nacionalsocialista.
Evidentemente, es muy delicado afrontar, en estos momentos, una película sobre el holocausto, sobre todo si lo que se pretende es verlo desde la posición del dictador, del asesino y de cómo vivió esos últimos momentos de vida con el enemigo echándose literalmente encima.
Traudl Junge (interpretada por Alexandra Maria Lara), la que va a ser el testigo de esos momentos de la vida del dictador, llega al búnker de Berlín, donde Hitler se encuentra atrincherado con la cúpula del estado mayor y sus personas de confianza, con la intención de conseguir un puesto de secretaria personal.